Los empleadores necesitan conectar con sus empleados, conocer cómo se sienten y descubrir qué los motiva profesionalmente. Si tienes colaboradores a cargo, acá te contamos cuáles son las preguntas que deberías hacerles para conocerlos mejor y saber si están contentos en la empresa.
¿Conversas con tus trabajadores? ¿Les preguntas cuáles son sus hobbies? ¿Te das el tiempo para conocer sus motivaciones? ¿Conoces cuáles son sus sueños profesionales? ¿Sabes si su trabajo los hace felices?
Muchas veces las tareas del día a día consumen a los líderes y se olvidan o no le dan prioridad a conversar con sus colaboradores. Tener momentos de diálogo con los trabajadores es importante para conocerse, establecer vínculos y apoyarse mutuamente. Especialmente, porque se conoce que la felicidad de los empleados está relacionada con un aumento de la productividad. Entonces, si conversas con ellos, conoces cómo se sienten y los ayudas cuando lo necesitan, probablemente estén más contentos con su trabajo, y por lo tanto, la empresa también se verá beneficiada.
El problema es que generar conversaciones no es siempre una tarea fácil, en general a los trabajadores les da nervio abrirse a ciertas preguntas, porque no quieren mostrarse vulnerables o temen a que, si expresan sus miedos, les pueda traer consecuencias negativas.
Por eso los líderes deben preocuparse de crear un entorno adecuado para generar confianza, fomentar la comunicación y demostrar que respetan los sentimientos y los desafíos de los miembros de su equipo.
En Harvard Business Review sugieren seis preguntas para que como empleador o líder le hagas a tus trabajadores y así tengas oportunidades para conocerlos, saber si están contentos dentro de la organización y apoyarlos en los desafíos que enfrentan.
La idea es hacer una pregunta distinta a la típica “¿cómo estás?” la que la mayoría de las veces es contestada casi automáticamente con un “bien”.
Planteando la pregunta de una manera distinta podrás obtener una respuesta más pensada y donde el trabajador pueda realmente reflexionar y sincerarse.
Además, al conocer el número con el que se califica, deberías indagar en cuáles son los factores que influyen en su puntuación y así abrir el espacio para que se genere una conversación más profunda con el colaborador.
Lo que recomiendan en Harvard Business Review es que no llegues y lances la pregunta de la nada. Antes de comenzar la conversación tienes que establecer un tono adecuado de genuina preocupación y hacer contacto visual, para demostrar que esa conversación te importa y que por eso estás ahí.
En el trabajo no todas las conversaciones deben ser sobre materia laboral. Hablar sobre la vida fuera de la oficina ayuda a crear verdaderas conexiones personales, pero no es algo que ocurre de un día para otro, en Harvard Business Review explican que “requiere tiempo y confianza”.
Para comenzar puedes preguntarle sobre sus pasatiempos o qué hacen los fines de semana, si les gustan los deportes o no, si ven series o si les gusta cocinar, por ejemplo.
Y es necesario tener este tipo de conversaciones, porque facilita que los trabajadores se abran a hablar de estos temas y que también en un futuro sea más fácil que cuenten si tienen alguna preocupación laboral, un problema o inquietud, por ejemplo.
Además, si logras unir lo personal con lo profesional podrías incluso llegar a hacer preguntas como: ¿Qué te motiva en el trabajo? ¿Y qué cosas hacemos como organización que te dan energía?
El objetivo es lograr encontrar aquellas cosas que disfrutan y tenerlas presentes para ver cómo eso puede crear oportunidades de crecimiento y compromiso dentro del equipo.
“Las investigaciones demuestran que cuando los empleados tienen un sentido de propósito y satisfacción en el trabajo, experimentan una mayor satisfacción laboral”, explican en Harvard Business Review y agregan que eso aumenta las probabilidades de permanencia en la organización.
Entonces si quieres saber qué motiva a tus trabajadores en el trabajo, comienza a hacerles preguntas como: ¿Qué partes de su trabajo te encantan? ¿Qué te da miedo? ¿Este puesto ha cumplido con sus expectativas? ¿Ha habido alguna sorpresa, buena o mala?
Y para eso es clave que cuando hagas las preguntas, les demuestres que tienes la intención de apoyarlos y en la medida de lo posible, hacer que su trabajo sea más significativo.
Escucha las ideas de los trabajadores y ve si se pueden implementar, pero no olvides ser muy transparente y claro si alguna de sus propuestas está fuera de tu control o definitivamente no se pueden hacer.
“Por ejemplo, si alguien quiere trabajar desde casa a tiempo completo, pero esa no es una opción, ‘sé sincero sobre lo que puedes influenciar’. Evita prometer demasiado; en cambio, “intenta entender sus intenciones y pensar juntos en soluciones”, advierten el Harvard Business Review.
Y otro consejo que entregan es que al hacer esta pregunta y escuchar las respuestas, se debe evitar contraatacar o interrumpir. El objetivo siempre será entender la perspectiva del colaborador, no justificarse o “defenderse”.
Lo que se busca con esta pregunta es conocer cuáles son los desafíos que está teniendo el trabajador dentro de la compañía y que es probable que como empleador desconozcas. Por ejemplo, podría estar teniendo problemas con el desempeño de algún miembro de su equipo, podría estar complicado con alguna tarea o que le esté costando delegar tareas.
Es importante que puedan identificar si están existiendo obstáculos o preocupaciones para poder ayudarlo y facilitar su trabajo en la medida de lo posible.
En general a los líderes se les olvida preguntarles a sus empleados sobre sus aspiraciones profesionales a largo plazo, sin embargo, pierden una gran oportunidad, porque “cuanto más reconozca a los miembros de su equipo como personas con ambiciones y sueños (no sólo como engranajes de una máquina), mejor comprenderá cómo se sienten respecto de sus trabajos y su futuro”, explica en Harvard Business Review.
El propósito de hacer esta pregunta es tener información para poder apoyar a los empleados en su desarrollo profesional ya sea con capacitaciones u oportunidades para mostrar sus habilidades.
Dedicarle tiempo a este tipo de preguntas y a escuchar a los colaboradores, puede ser muy beneficioso para establecer buenas relaciones, además ayuda a tener un panorama general más claro sobre cómo se siente cada uno y cuáles son sus motivaciones. Si tienes empleados, ¡no desaproveches las oportunidades de conversar y conectar con tu equipo!
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