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3 de diciembre de 2021
#Noticia

¿Tiene el Estado que reducir su brecha salarial?

Cómo acelerar ese contagio virtuoso del Desafío 10X es una excelente pregunta y nos motiva a que los actores políticos compartan nuestra visión. Sin duda, el camino para alcanzar este sueño de mayor equidad salarial requiere una acción coordinada.

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Por Desafío 10X

Valoramos y agradecemos que el equipo programático del candidato Gabriel Boric haya citado al Desafío 10X como una inspiración para su propuesta de reducir los sueldos más altos del Estado y esperamos que este ejemplo abra una puerta para que en conjunto a todos los sectores políticos trabajemos en fórmulas que nos permitan reducir las desigualdades que tanto nos duelen.

Y si bien la medida se enfoca en el sector público, dado que el Estado es el mayor empleador, el efecto sistémico que pudiera tener el tratar de implementar este tipo de medidas mediante leyes, pone en valor la experiencia de más de 1.800 empresas que, de manera voluntaria y con años de ejercicio adaptándose a estas exigencias, podrían aportar para hacer mejores políticas públicas entre todos.

Es cierto que reducir los sueldos de quienes sean elegidos por elección popular puede ser un aporte para aumentar el valor moral del servicio público, pero como contraparte, fijar por ley las brechas salariales de los cargos concursables o de carrera en el Estado conlleva riesgos. Ya conocimos en el pasado los sobresueldos en el Estado y cómo el diablo está en los detalles, hecha la ley, puede aparecer la trampa y el remedio puede terminar siendo peor que la enfermedad.

En efecto, como creíamos que cambiar esto mediante leyes podía ser peligroso, fue que el Desafío 10X nació como una iniciativa voluntaria con foco inicial en promover mejoras en los sueldos más bajos (queremos partir por nivelar hacia arriba y no hacia abajo), meta que estamos persiguiendo a través de un contagio liderado por empresas con buenos modelos de negocios, ya que no todas las empresas están preparadas para pagar sueldos mínimos de 22 UF de un día para otro.

Cómo acelerar ese contagio virtuoso es una excelente pregunta y nos motiva a que los actores políticos compartan nuestra visión. Sin duda, el camino para alcanzar este sueño de mayor equidad salarial requiere una acción coordinada. Instamos a promover un diálogo abierto, que permita armonizar e instalar justas remuneraciones basándose en nuestras capacidades de crecimiento económico, eficiente y responsable manejo de nuestras finanzas públicas y las necesidades de nuestros compatriotas. De lo contario, las buenas intenciones corren el riesgo de frenar y castigar los esfuerzos y riesgos que los trabajadores y emprendedores toman para agregarle valor a la sociedad.

Cristián Mackenna
Fundador Desafío 10X

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