Orientar los comentarios hacia el futuro, tener una actitud empática y la frecuencia, te podrían ayudar a darle un feedback efectivo a tus colaboradores y que para ti, sea una tarea más sencilla y provechosa.
La retroalimentación o feedback en inglés, es una práctica valorada y necesaria en el ámbito laboral. Por un lado, los colaboradores necesitan saber qué piensa la empresa y su equipo sobre su trabajo, cumplimiento de metas y desempeño; y para los empleadores, gerentes y líderes es importante para transparentar qué desafíos, puntos fuertes y débiles identifican en sus colaboradores.
La gracia de dar feedback es poder ayudar a los empleados a crecer, pero, ¿cómo hacerlo sin herir sentimientos o enfrentar una actitud defensiva? ¿Qué consejos dan los expertos para retroalimentar de manera efectiva? Aquí te mencionamos algunas claves para que tengas en consideración antes de retroalimentar a tu equipo de trabajo.
Jennifer Dulski, es profesora de gestión en Standford, y dice en Fast Company que, al retroalimentar, es clave centrarse en las opciones y soluciones con visión de futuro, en vez de mirar al pasado y poner el foco en situaciones o actitudes que ya no es posible cambiar.
Por ejemplo, una persona que lidera un equipo, le podría decir a uno de sus colaboradores: “Pedro, últimamente no estás gestionando bien tu tiempo y me preocupa porque estás entregando los informes a última hora”.
Pero si lo plantea prospectivamente, podría decir: “Pedro, me gustaría que te concentres en mejorar tus habilidades de gestión del tiempo. Intenta priorizar tus tareas diarias y utilizar herramientas de gestión de proyectos para mantenerte organizado. Así podrás manejar tu carga de trabajo de manera más eficiente”.
Dulski explica que cuando orientamos la retroalimentación hacia el pasado, los empleados no tienen control sobre ella y en cambio cuando lo hacemos hacia el futuro, es más probable que los colaboradores se sientan capacitados y motivados para cambiar y mejorar.
Para que la retroalimentación tenga sentido, es importante que en el ambiente de trabajo se valore la comunicación y que los errores se vean como oportunidades de aprendizaje.
“Crea un lugar de trabajo en el que los empleados se sientan seguros de compartir sus pensamientos y opiniones. Fomenta la comunicación abierta y ofrece comentarios con respeto”, dice en Forbes, Mona Andrews, CEO de Stay In The Game, una empresa estadounidense que le ofrece trabajo trabajo remoto y flexible a mujeres.
En Harvard Business Review aconsejan a los líderes a ejercitar la empatía para poder dar un buen feedback.
“Tu mensaje tendrá más eco si ejerces empatía, porque tus empleados sabrán que las críticas tienen buenas intenciones” y agregan que es importante que les hagas saber que los retroalimentas, porque quieres verlos triunfar. “Eso los tranquilizará y los pondrá en una mejor posición para interiorizar lo que estás diciendo y convertir tus consejos en acciones”, aseguran.
La frecuencia de la retroalimentación es relevante y hay quienes recomiendan hacerlo de manera rápida y frecuente. ¿Cómo?
En la empresa de investigación y consultoría, Gallup, hablan de la “retroalimentación rápida". En simple, es instaurar una cultura en la que el feedback sea frecuente, que no sea algo de solo una vez al año, sino que ojalá algo constante.
Dicen que las personas recuerdan mejor sus experiencias más recientes, por lo que la retroalimentación es más valiosa cuando ocurre inmediatamente después de una acción.
Explican que este método es más fácil y sencillo para los gerentes y también es mejor para colaboradores, porque se acostumbrarán a que, por ejemplo, sea común que al salir de una reunión, reciban una retroalimentación sobre qué y cómo mejorar.
Si te propones retroalimentar constantemente a tu equipo, es posible que veas resultados positivos en su desempeño, motivación y desarrollo profesional. Así que, te animamos a ser más consciente de la importancia que tiene esta herramienta y a sacarle el jugo en beneficio de tus colaboradores y de la empresa.
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