La directora de "One Fair Wage" es una de las principales impulsoras de una legislación que garantice salarios justos para los trabajadores de establecimientos de comida y ponga fin a un sistema que perjudica a quienes reciben propinas.
¿Sabías que siete de los diez trabajos peor pagados en Estados Unidos pertenecen a la industria de los restaurantes?
El sector de servicios, a pesar de ser uno de los más grandes y de mayor crecimiento económico, es el que paga menos.
Estos datos son resaltados por One Fair Wage, una organización sin fines de lucro creada por la abogada y escritora Saru Jayaraman.
Saru, con estudios en UCLA, Yale y Harvard, es también directora del Food Labor Research Center de la Universidad de California en Berkeley y un referente en la defensa de cientos de miles de trabajadores del rubro alimentación y servicios.
Su objetivo a través de One Fair Wage y del Restaurant Opportunities Center United (ROC United), del cual también es directora, es que a todos los trabajadores se les garantice un sueldo digno y sean tratados justamente.
Decidimos destacar el trabajo de Saru y contar parte de su causa porque, al igual que el Desafío 10X, ella sueña con un mundo en el que las empresas comparten con sus trabajadores el valor que crean.
¿De qué forma viven los trabajadores de restaurantes con algunos de los salarios más bajos de Estados Unidos? ¿Cómo las malas condiciones laborales afectan las comidas que llegan a las mesas?
Estas son algunas de las preguntas que hizo Saru en su libro Behind the Kitchen Door, un best seller publicado en 2014 que, combinando narrativa personal y periodismo de investigación, expone las implicaciones políticas, económicas y morales de comer en restaurantes.
Asimismo, la activista destaca que los comensales hoy prefieren locales que utilizan ingredientes orgánicos, con prácticas sustentables y en pro del medioambiente. Sin embargo, pocos se preguntan sobre el bienestar o las condiciones de vida de las personas que forman parte de los restaurantes.
En ese sentido, Saru apunta que un restaurante sostenible crece a medida que su gente también lo hace. "La sostenibilidad se trata de contribuir a una sociedad en la que todos se benefician", destaca en su obra.
Al mismo tiempo, uno de los problemas contra los que ha librado su principal batalla es la cultura de las propinas, algo que ella cataloga como "un legado de esclavitud que debe ser abolido".
Saru ha señalado que la economía de las propinas es cada vez "más problemática e inmoral" y ha criticado el sistema de dos niveles salariales que existe actualmente.
En Estados Unidos hay dos salarios mínimos federales: 7,25 dólares por hora para los trabajadores que no reciben propinas y 2,13 dólares por hora para los trabajadores que reciben propinas.
"La idea de que toda esta industria se salga con la suya diciendo 'los clientes deben pagar los salarios de nuestros trabajadores por nosotros' es un anatema y está en directa contradicción con lo que nosotros, como nación, decretamos hace 150 años con la abolición de la esclavitud, cuando decidimos que los empleadores deberían pagar por el valor del trabajo", aseveró en una nota para The Huffington Post.
Es por ello que desde One Fair Wage están impulsando una legislación que garantice que todos los trabajadores en Estados Unidos reciban un salario mínimo completo por parte de sus empleadores y terminar con el sistema de dos niveles.
Recientemente, se ha conocido la intención del presidente Joe Biden de establecer un salario mínimo federal de 15 dólares por hora a partir de 2025.
"Estamos organizando a trabajadores de servicios, empleadores y consumidores en más de media docena de estados para promover la política local, estatal y federal que requiere una remuneración justa: un salario mínimo completo con propinas adicionales", manifestó Saru.
Hay siete de los 50 estados de la nación norteamericana (Alaska, California, Nevada, Minnesota, Montana, Oregón y Washington) que apostaron por salarios más justos desde hace varias décadas.
En ese sentido, Saru resaltó que dichos estados tienen una industria de restaurantes que crece rápido, cuyos ingresos por ventas son más altos, crean una mayor cantidad de empleos y las propinas son mejores.
"Solo hay que observar la floreciente industria de los restaurantes en California para darse cuenta de absurdo que es pensar que esto [salario mínimo completo] perjudica al rubro. Por el contrario, los datos muestran lo contrario", puntualizó.