En un artículo publicado hace algunos días, el Foro Económico Mundial detalla este fenómeno y explica que, tal y como ocurre con algunos productos, "las competencias que valoramos hoy valdrán menos en el futuro".
Cuando escuchamos o leemos la palabra inflación seguramente lo primero que se nos viene a la mente es el aumento del costo de la vida. "Todo está carísimo" o "El dinero ya no alcanza", son frases que se han vuelto parte de nuestro día a día.
Sin embargo, se trata de algo que no sólo se relaciona con productos de la canasta básica o que son necesarios para poder vivir tranquilamente, ya que la inflación también afecta, entre otras cosas, las habilidades y los talentos que son parte del ámbito laboral.
"Otro tipo de 'inflación' relacionada con los mercados laborales está impidiendo la productividad de la mano de obra: la 'inflación de calificaciones', que se refiere al ritmo al que aumenta el nivel medio de conocimientos e información en una economía", señala el Foro Económico Mundial en un artículo que explica detalladamente dicho fenómeno.
Pero, en profundidad, ¿de qué trata la inflación de calificaciones y cómo está impactando el ámbito laboral?
A modo general, el artículo del FEM apunta que la inflación disminuye el valor de ciertos recursos y actúa de igual manera con ciertas habilidades necesarias para el trabajo.
"Las competencias requeridas para un puesto similar a principios de la década de 2000 están obsoletas hoy en día. Del mismo modo, las competencias que valoramos hoy valdrán menos en el futuro", destaca la nota.
Del mismo modo, hacen referencia al Informe sobre el futuro del empleo 2023 y recalcan que habilidades como el pensamiento crítico, el pensamiento analítico y la alfabetización tecnológica son las competencias más valoradas por las empresas de cara a los próximos cinco años.
"Tanto si se trata de un recién licenciado como de un veterano director de departamento, el desarrollo de competencias es uno de los catalizadores más importantes del éxito de la economía laboral", añaden.
Es decir, pensar en el futuro del trabajo y enfrentar este fenómeno de la inflación de calificaciones implica ir un poco más allá de factores como calificaciones del empleado, nivel de educación y permanencia profesional, ya que, "en un entorno que cambia con rapidez, hay una necesidad incesante de talentos especiales que puedan contribuir a la innovación y el crecimiento en todos los sectores".
Según el organismo internacional, hay tres aspectos clave para contrarrestar los efectos de la inflación de calificaciones:
1 - No depender de la educación formal (matriculada): Mientras las universidades siguen entregando títulos, los estudiantes siguen endeudándose para poder obtenerlos.
Sin embargo, tras la pandemia se ha puesto en duda el nivel de las competencias adquiridas en instituciones universitarias y algunos líderes empresariales dudan sobre la capacidad que las personas con un título tienen para satisfacer las necesidades de su empresa.
"Ahora más que nunca, la adquisición del aprendizaje permanente, en el que los conocimientos se adquieren más allá de las fronteras de un aula, ha cobrado importancia en este entorno […] La educación que obtenemos a través de los intangibles puede ser valiosa para determinar la capacidad de una persona para desplegar nuevas habilidades y colaborar o liderar con eficacia", asevera el FEM.
2 - Seguir las tendencias de transición: Según el Informe sobre el futuro de los empleos 2023, dos quintas partes de las competencias básicas que tienen los trabajadores actualmente se verán alteradas por el cambio tecnológico en 2027
Al mismo tiempo, más de la mitad de la inversión de las empresas se centrará en la transición ecológica de su negocio.
Es decir, es clave ver estas señales y tendencias en todos los rubros para que la adaptación sea más sencilla y las personas puedan sacar el mayor provecho posible a sus habilidades.
3 - Comprender la importancia de la planificación basada en las competencias: Comprender la estrategia basada en competencias de una empresa proporciona a los profesionales la capacidad de saber para qué están contratando y cómo evaluar las fortalezas y debilidades de los posibles candidatos.
Por otro lado, los programas de aprendizaje y desarrollo a medida basados en competencias esenciales pueden ayudar a los empleados a reciclarse y mejorar sus competencias en todos los ámbitos, erradicando la inflación de competencias obsoletas.
Además, este enfoque permite a los profesionales ser autosuficientes y tener total autonomía para alcanzar sus objetivos a corto y largo plazo en función de las competencias que deseen aprender.
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