Encontrar personal para restaurantes, hoteles, franquicias de comida rápida y supermercados se ha vuelto una tarea compleja en todo el mundo. Sin embargo, hay quienes señalan que no se trata de una escasez de trabajadores, sino de buenos trabajos.
¿Te imaginas ir a una entrevista de trabajo y que te den un bono por el simple hecho de postularte al cargo?
Parece algo surreal, pero está pasando en Estados Unidos y es una consecuencia de la crisis de empleados que vive el sector servicios.
Hace algunos meses te contamos un poco sobre este fenómeno que se maximizó con la irrupción de la pandemia. Sin embargo, en este artículo ahondaremos en los puntos clave de la escasez mundial de trabajadores en el sector terciario y por qué el tema salarial es relevante para abordar esta situación.
El sitio BBC Worklife recoge el testimonio de Karen Granitz, estadounidense de 65 años que, antes de la aparición del Covid-19, era propietaria de un restaurante.
Granitz dedicó gran parte de su vida al sector servicios. Aunque varias veces vio su fuente de trabajo amenazada por diferentes motivos (en el artículo cuenta cómo se repuso a un huracán en 2017), siempre encontró la manera de salir adelante... hasta que llegó la pandemia.
"Cerré el restaurante en febrero, no por el deseo de aislarme del Covid-19, no porque no estuviéramos lo suficientemente ocupados, no porque no pudiera conseguir suministros y no por el mal trato de de algunos turistas que tenemos [...] El personal estaba tan agotado que dejaron de ir", detalló.
Además, resalta que por su edad era demasiado difícil hacerse cargo del trabajo de seis personas por 16 horas al día.
En este caso, el agotamiento se presenta como una de las principales razones del éxodo de empleados del sector servicios. El famoso burnout afecta a todos los rubros, pero ha hecho mella en esta área.
Jennifer Moss, autora del libro The Burnout Epidemic, señaló para BBC Worklife que esto probablemente sea el resultado de 20 meses de estar en un estado de crisis, donde los trabajadores enfrentan y sufren altos niveles de estrés.
Este es uno de los motivos principales que llevó a muchas personas a no regresar a sus trabajos en restaurantes, hoteles, franquicias de comida rápida, supermercados o negocios de comercio minorista.
Pomai Uyehara, encargada del restaurante Pineapple Grill, también se vio en una situación similar al caso anterior. La solución que encontró fue ofrecer un bono de 300 dólares para el puesto de cocinero y uno de 150 dólares para los garzones, además de otros incentivos y bonos por desempeño laboral.
Pero esto no solo pasa en Estados Unidos, este problemas es de dimensiones globales y, por ejemplo, en Australia se ha producido una guerra de ofertas en la que los chef y restaurantes ofrecen hasta 140.000 dólares a quienes acepten trabajos esporádicos que tienen una duración corta (conocidos como gig).
La escasez de personal en el sector servicios tiene dimensiones psicológicas, pero también razones económicas de peso que agravan el panorama.
Una encuesta de Joblist citada por BBC Worklife apunta que en Estados Unidos los extrabajadores de la industria hotelera están saliendo de este rubro en busca de un entorno de trabajo diferente (52%), un salario más alto (45%), mejores beneficios (29%) y más flexibilidad de horarios (19%).
"Esto tiene más que ver con escasez de buenos trabajos que con escasez de trabajadores [...] Las personas no quieren regresar a lugares de trabajo donde no los respetan, no les brindan seguridad, no les dan ningún beneficio y les pagan bajos salarios", afirmó Victor Narro, profesor del centro de Estudios Laborales de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
En Chile esta situación no solo se vive en el sector servicio, hay rubros como el agrícola, la metalurgia y la construcción (este fue uno de los puntos que tocamos en el webinar Construyendo camino: Cómo el rubro de la construcción está surfeando la ola) que también están padeciendo la escasez de mano de obra.
Un informe de Randstad destacado en La Tercera recalca que en el primer semestre de 2021 las ofertas laborales subieron un 72% en un año, pero las postulaciones cayeron un 84% en este mismo periodo.
Asimismo, en dicha nota explican que la pandemia impuso cambios que han llevado a las personas a evaluar mejor sus opciones y ya no están dispuestas a aceptar cualquier trabajo.
Esto se condice con lo afirmado por la antes mencionada Jennifer Moss, quien asegura que, debido a lo vivido en el último año, "hemos cuestionado, intencionalmente, qué queremos hacer con nuestras vidas y qué queremos hacer con el trabajo. También hemos aprendido altos niveles de flexibilidad emocional, lo que te hace mucho más abierto al cambio".
Se trata de un problema cuya solución depende de diversos factores. No hay receta mágica, hay que abordarlo desde la perspectiva económica tratando de garantizar sueldos dignos, que permitan el desarrollo de las personas y una mejor calidad de vida; pero también desde la mirada humana, entendiendo que debemos crear ambientes laborales que reduzcan la rotación de personal, donde los colaboradores se sientan valorados y podamos brindarles herramientas para que puedan enfrentar posibles episodios de agotamiento y cuidar de su salud física y mental.
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