En una nota publicada recientemente por BioBio Chile, Lissette Domínguez, directora de Atracción de Talentos de SOS Group, explica la importancia de avanzar en una legislación que prohíba que los avisos de ofertas de empleo pidan pretensión de sueldo.
La escena es conocida por muchos, un momento constantemente vivido por las personas al entrar en el mundo laboral.
Postular a un puesto de trabajo o asistir a una entrevista con tu futuro empleador incluye, casi siempre, tener que enfrentarse a la pregunta sobre las pretensiones de renta.
En ese momento empieza una especie de juego de ajedrez en nuestra cabeza: mover la pieza con la cifra indicada nos acerca al cargo, responder con un monto por encima de lo que la empresa pudiera ofrecer nos aleja del objetivo de obtener el trabajo.
¿Qué pasaría si las empresas empiezan a omitir esa interrogante? ¿Cuáles son los beneficios de indicar, desde el principio, cuánto pagan por el cargo ofrecido?
Este tema fue abordado por Lissette Domínguez, directora de Atracción de Talentos de SOS Group, en una nota publicada hace pocos días por BioBio Chile.
En dicho artículo, la experta laboral señala que actualmente ocho de cada diez avisos, sobre todo de cargos profesionales, piden a los postulantes indicar sus pretensiones de renta.
Según ella, esta práctica "no debería permitirse más".
Domínguez apuntó que una de las principales razones para eliminar esta práctica es que, además de ser más transparentes, las empresas evitarían "que en las remuneraciones haya discriminación por género y edad".
"Los grupos que se sienten más discriminados en el ámbito laboral (como las mujeres y los adultos mayores) al postular a un cargo bajan sus pretensiones de renta para aumentar su posibilidad de ser contratados", resaltó.
En ese sentido, explicó que, por lo general, las mujeres solicitan un sueldo 20% más bajo que los hombres para un mismo cargo profesional y que a partir de los 50 años, tanto hombres como mujeres, habitualmente bajan sus pretensiones salariales al postular a un puesto laboral.
Desde su punto de vista, "se debería avanzar en una legislación que prohíba que los avisos de ofertas de empleo pidan pretensión de sueldo" y así empezar a enfrentar ese tipo de escenarios de discriminación salarial.
A propósito de este tema, hace algún tiempo hablamos sobre la brecha de demanda, esa diferencia en las expectativas salariales que perjudica a mujeres y minorías.
En dicho artículo, detallamos los resultados de una encuesta realizada por una encuesta realizada por PayScale, una empresa especializada en compensaciones y salarios, que señala que en Estados Unidos la oferta promedio para mujeres con calificaciones similares a las de los hombres es de 69.200 dólares anuales, 2.000 dólares por debajo de lo que ganaría su contraparte masculina.
Además, recalcamos el argumento de la académica Zhaleh Semnani-Azad, quien aseveraba que a las mujeres se les hace más difícil precisar o evaluar sus expectativas salariales por temor a parecer codiciosas o a que la oferta laboral sea retirada.
A su vez, destacamos cómo Hired, una empresa que funciona como una bolsa de empleos optimizada por Inteligencia Artificial y que, mayormente, publica ofertas laborales para profesionales del rubro tecnológico, sustituyó el campo Sueldo estimado que aparecía en sus formularios de postulación y, en cambio, puso el sueldo promedio que gana un profesional del área que estaban ofreciendo. Esta modificación redujo la brecha de demanda un 3,3% entre los usuarios de Hired que eran contratados.
Domínguez destacó en sus declaraciones a BioBio Chile que, al publicar el sueldo que ofrecen, las empresas ayudan a reducir algunos focos de inquietud que se generan en los postulantes.
"A muchos les cuesta definir su salario requerido al no saber cuánto está dispuesta a pagar la empresa. Si se propone una baja pretensión de renta para aumentar la posibilidad de ser contratado, es probable que luego se tenga una insatisfacción permanente con el sueldo por una mala negociación inicial", comentó.
Asimismo, aseguró que esta medida también genera un aumento de postulaciones, lo que le permite a las organizaciones encontrar en menor tiempo al candidato que están requiriendo.
En ese orden, también aconsejó que se publique en la oferta el monto del salario líquido y no del bruto, así como los incentivos variables como bonos o comisiones.
Puedes leer el artículo completo publicado en BioBio Chile haciendo click aquí.
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