El estudio 'El impacto de la desigualdad en el crecimiento económico' examina cómo la distribución del ingreso influye en el desarrollo económico, subrayando que la brecha salarial no solo influye en la productividad interna de las empresas, sino que también tiene un efecto significativo en la tasa de crecimiento económico del país.
Nota escrita por Antonia Susaeta
La relación entre el nivel de productividad y las brechas salariales es un asunto de suma importancia en el panorama laboral y económico actual.
Dicha relación va más allá de las empresas individuales y tiene implicaciones que trascienden a nivel macroeconómico. Si bien la visión "clásica" sugiere que la desigualdad fomenta el desarrollo, esta ha sido cuestionada tanto en términos empíricos como teóricos.
El estudio El impacto de la desigualdad en el crecimiento económico examina cómo la distribución del ingreso influye en el desarrollo económico, subrayando que la brecha salarial no solo influye en la productividad interna de las empresas, sino que también tiene un efecto significativo en la tasa de crecimiento económico del país.
Es más, según este artículo "cuando factores como el nivel inicial de ingreso y el capital humano se mantienen constantes, los países con distribuciones más igualitarias del ingreso tienden a crecer más rápido que sus contrapartes similares".
Este hallazgo resalta la importancia de abordar la desigualdad salarial desde una perspectiva macroeconómica, ya que el exceso de inequidad salarial puede desincentivar la inversión en capital humano y erosionar la cohesión social.
Investigaciones similares sugieren que el impacto de la desigualdad en el rendimiento económico puede ser ambiguo y depender de variables políticas e institucionales. A nivel teórico, se han propuesto tres líneas de pensamiento para explicar estos hallazgos.
La primera sugiere que la desigualdad puede generar tensiones sociales y políticas que afectan negativamente al desarrollo económico.
A su vez, la segunda se centra en las imperfecciones del mercado y en variables como la educación, la productividad y la tecnología, sugiriendo que la desigualdad puede tener efectos diferenciados en diferentes etapas del desarrollo económico.
Por último tenemos la tercera teoría propuesta por Galor y Moav, que destaca la importancia de la acumulación de capital humano en el crecimiento económico.
Esta última línea de pensamiento argumenta que en las etapas iniciales del desarrollo, donde la acumulación de capital físico es fundamental, la desigualdad puede ser beneficiosa al canalizar recursos hacia individuos con una propensión marginal al ahorro más alta. Sin embargo, en etapas más avanzadas, donde el capital humano se convierte en el principal motor del crecimiento, la igualdad se vuelve crucial para mitigar las restricciones crediticias y promover la acumulación de capital humano.
Esta teoría proporciona un marco para entender cómo las brechas salariales dentro de las empresas pueden tener efectos diferenciados en la productividad y el desarrollo. Por un lado, las brechas salariales pueden actuar como un incentivo para la productividad de los trabajadores en puestos superiores, alineando los intereses de los empleados con los objetivos de la empresa, pero por otro, estas mismas brechas pueden desincentivar a los trabajadores en los niveles inferiores de la escala salarial, lo que puede afectar negativamente la cohesión social y la acumulación de capital humano en el largo plazo.
Aunque en Desafío 10X comprendemos la complejidad de la relación entre la dispersión de la productividad y los salarios, también compartimos la opinión de que es crucial para la sociedad entender que esta conexión va más allá de las fronteras de las empresas.
Asimismo, reconocemos que abordar estas disparidades no es solo fundamental para promover la equidad en el entorno laboral, sino también para estimular un crecimiento económico sostenible y equitativo.
En ese sentido, en 10X creemos que es fundamental preguntarse ¿cómo se compone la fuerza laboral dentro de mi empresa? ¿Cómo se encuentran los indicadores de satisfacción internos de mis trabajadores? ¿Mi escala de sueldos realmente apunta a optimizar mi producción? ¿Cuál es la brecha salarial óptima para mi empresa?
Buscar respuesta a estas interrogantes nos invita a hilar más fino a la hora de seleccionar nuestra escala de sueldos, dejando de lado la noción de que existe un esquema universal que beneficia a todos.
En resumen, la perspectiva del capital humano proporciona un lente a través del cual podemos comprender mejor la relación entre desigualdad, productividad y crecimiento económico. Reconocer que esta relación no es lineal ni perfecta es esencial para construir sociedades más prósperas en el futuro.
-
¿Tienes una empresa y quieres ser parte de Desafío 10X? Es muy sencillo. Ya sea que ya cumples con los requisitos o quieres comprometerte a cumplirlos, ¡inscríbete aquí!