El reporte, titulado "Social Transformation Baseline Assessment 2022", considera a 1.000 de las empresas más influyentes del mundo y mide la contribución que están haciendo en materia de transformación social.
Cuando en 2015 se dieron a conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), empezó a labrarse el camino hacia un mejor futuro.
Ser parte de una sociedad más justa, con prácticas sustentables que protejan a nuestro planeta, es un sueño que está determinado por el compromiso que los líderes mundiales hicieron al adoptar los 17 puntos que conforman los ODS.
En ese sentido, con el propósito de impulsar acciones que permitan avanzar en el cumplimiento de los ODS, nace la World Benchmarking Alliance (WBA), una organización que es producto de la alianza entre la Fundación de las Naciones Unidas, Aviva, Index Initiave y la Business and Sustainable Development Commission.
"[Estas organizaciones] se unieron por la creencia común de que el sector privado puede contribuir fuertemente a la ambición global de los ODS", explica el sitio web de la Alianza, ente que hoy reúne a las 2.000 empresas más influyentes de todo el mundo.
Recientemente, la World Benchmarking Alliance publicó el informe Social Transformation Baseline Assessment 2022, documento que presenta los resultados de la evaluación hecha a 1.000 empresas (es decir, la mitad de las que forman parte de esta alianza) para determinar qué tan preparadas están para apoyar la transformación hacia un futuro sostenible de una manera equitativa.
"Los hallazgos de la WBA muestran que, faltando ocho años para que venza la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU, las empresas no están bien posicionadas para abordar los principales desafíos de sostenibilidad de una manera justa o equitativa", explican.
Descarga el informe Social Transformation Baseline Assessment 2022 aquí.
"La investigación muestra un panorama aleccionador, con el 99% de las empresas que no logran demostrar que realmente valoran a las personas", señala Dan Neale, líder de Transformación Social de la WBA.
Asimismo, Neale asevera que "las empresas, en general, están en camino de afianzar, en lugar de eliminar, las desigualdades sociales que representan un riesgo sistémico global. Su incapacidad para poner a las personas en el centro de su pensamiento también socava los esfuerzos para abordar los riesgos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad".
Pero una de las conclusiones más impactantes de este trabajo de la WBA es que solo el 4% de las empresas consideradas en este reporte aseguran que han logrado pagar a sus propios trabajadores un salario digno o tienen objetivos para alcanzar esa meta.
"Hemos encontrado una gran brecha entre lo que hacen las empresas y lo que deben hacer para ayudar a abordar la desigualdad y garantizar una transición justa hacia un futuro sostenible […] Ahora nuestro objetivo es incentivar y movilizar a las empresas para cerrar esa brecha a medida que se acerca la fecha límite de 2030 de los ODS", puntualiza Neale.
A su vez, el reporte Social Transformation Baseline Assessment 2022 resalta que solo 51 empresas pueden demostrar que respaldan el pago de un salario digno en sus cadenas de valor. "Esto incluye al gigante de productos domésticos y personales Unilever, que se destaca en el informe de la WBA por sus esfuerzos para asegurar un salario digno más allá de sus propios empleados", recalcan.
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Finalmente, el reporte enfatiza aquellas "buenas prácticas que demuestran lo que es posible cuando las empresas respetan los derechos humanos, brindan y promueven el trabajo decente y actúan de manera ética".
A propósito de lo expuesto en este reporte y en el marco del Día Mundial de la Justicia Social, a conmemorarse el próximo 20 de febrero, Catalina Valiente, nuestra directora ejecutiva, recalcó la importancia de que todas las personas cuenten con un acceso digno e igualitario a los derechos humanos:
"¿Nuestros sueldos mínimos permitirán que accedamos tranquilamente a vestuario, alimentación, vivienda y educación para una vida digna? La respuesta es no. Según nuestros cálculos, para que una familia de 5 integrantes con un sostenedor salga de la línea de la pobreza, es necesario que el sueldo mínimo sea de 22 UF bruto.
Creemos que es posible que las empresas reorganicen sus prioridades de manera voluntaria para mejorar los sueldos mínimos y además disminuir la brecha salarial, que actualmente está promediada en 32 veces según la OCDE".
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