El reporte "Desigualdades heredadas. El rol de las habilidades, el empleo y la riqueza en las oportunidades de las nuevas generaciones", presentado el pasado 5 de diciembre, apunta que la persistencia intergeneracional de los ingresos en Latinoamérica se corresponde con la alta desigualdad que la caracteriza.
América Latina y el Caribe es una de las regiones más desiguales del mundo.
Esta afirmación, respaldada por evidencia contemporánea e histórica, es la base de un informe informe recientemente presentado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), un trabajo que ahonda en las desigualdades de la región, la inequidad en la distribución de ingresos y cómo esto se convirtió en una tendencia que persiste de generación en generación.
Desigualdades heredadas. El rol de las habilidades, el empleo y la riqueza en las oportunidades de las nuevas generaciones, así se titula la edición de este año del Reporte de Economía y Desarrollo (RED 2022) que elabora el organismo latinoamericano.
Dicho informe "analiza el problema de la persistencia de la desigualdad desde una óptica novedosa, que permite justamente detectar dónde están las principales barreras que hacen que, debido a las diferencias en las condiciones de origen (sociales, educativas, étnicas y geográficas, entre otras), los esfuerzos que muchas familias hacen por sus hijas e hijos no se traduzcan en mayores posibilidades de progreso", señala el CAF.
Durante el acto de presentación de este trabajo, Sergio Díaz Granados, presidente ejecutivo del CAF, aseveró que el informe "hace un diagnóstico muy complejo del peso que tiene en nuestra región la lotería de la cuna, que termina por vincular fuertemente el nivel de bienestar de los padres con el éxito que alcanzan sus hijos".
"Para muchos latinoamericanos y caribeños las posibilidades de recibir una buena educación, de llegar a la universidad, de tener una vida larga y saludable, conseguir un empleo de calidad y alcanzar el sueño de casa propia está limitado por el hecho de ser pobre […] El diagnóstico del RED muestra que la movilidad social en la región es muy baja, lo cual representa un grave problema de equidad y otros aspectos de desarrollo para Latinoamérica y el Caribe", añadió.
El RED 2022 hace un detallado énfasis en diferentes puntos que guardan un estrecho vínculo con los altos niveles de desigualdad de la región.
Entre ellos, profundizan en la persistencia de las ocupaciones y los ingresos, es decir, que la región presenta un alto porcentaje de personas que comparten la categoría ocupacional con su padre, dando a entender que existen barreras para optar a mejores oportunidades laborales y, por ende, a mejores remuneraciones.
"Si bien la movilidad educativa absoluta ascendente muestra en la región algunos valores alentadores, no se observa lo mismo en el caso de la movilidad ocupacional. De esta manera, los mayores niveles educativos alcanzados por los hijos respecto de sus padres no se ven reflejados en ascensos relativos en términos de niveles educativos o de oportunidades en los mercados laborales. Esto puede sugerir tanto que la estructura económica de la región no está logrando absorber o premiar esos mayores niveles educativos, como que los progresos educativos no han sido realmente suficientes", destaca el reporte.
Asimismo, recalcan que la persistencia intergeneracional de los ingresos en la región se corresponde con la alta desigualdad en la distribución del ingreso que la caracteriza.
"La falta de movilidad intergeneracional tiene importantes consecuencias no solo sobre los niveles de desigualdad, sino también sobre el crecimiento económico y la estabilidad político-institucional de un país", agrega el RED 2022.
En el reporte del CAF también se destacan tres canales que reproducen la desigualdad intergeneracional y explican cada una de ellos: acumulación de capital humano, oportunidades laborales y acumulación de riqueza.
A su vez, hacen hincapié en tres claves para empezar a revertir el desalentador panorama que atraviesa la región en materia de desigualdad intergeneracional:
1 - Nivelar las condiciones de partida: Existe un amplio espectro de políticas que pueden contribuir a reducir las desigualdades en el proceso de formación de habilidades. Este menú de políticas puede agruparse en tres categorías: las intervenciones que impactan en la crianza dentro del hogar, aquellas que afectan la formación del capital humano fuera del hogar y las que proveen el aseguramiento adecuado para blindar las inversiones que las familias hacen dentro y fuera del hogar.
2 - Mercados laborales que promuevan la movilidad laboral: Las políticas para promover mayores oportunidades en los mercados laborales son diversas. Como lineamientos generales, deben tender a igualar el potencial productivo de los trabajadores, hacer más equitativa la forma en que el mercado laboral trata a personas con características por las cuales sufren discriminación, y ayudar a las personas de origen más desfavorecido a tomar decisiones laborales más informadas.
3 - Igualar las oportunidades para diversificar y mejorar la calidad de activos: Con base en el diagnóstico sobre la distribución de la riqueza, las diferencias en la composición del portafolio y el conocimiento financiero de los hogares de distinto nivel socioeconómico y la persistencia de la riqueza entre padres e hijos en la región, se desprenden cinco acciones de políticas para favorecer una mayor movilidad intergeneracional: la tributación a herencias, el desarrollo de los mercados de crédito 42. RED 2022. Desigualdades heredadas: El rol de las habilidades, el empleo y la riqueza en las oportunidades de las nuevas generaciones hipotecario, la titularización de las viviendas, la promoción del conocimiento financiero y el fortalecimiento de los esquemas de protección social.
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