Organizaciones en todo el mundo están aplicando políticas y medidas salariales para que sus trabajadores puedan enfrentar las dificultades económicas impuestas por el aumento del costo de la vida.
Las empresas no salvarán a Estados Unidos: Este artículo publicado hace algunas semanas en Vox cuestiona el rol que los privados está teniendo ante desafíos que, en teoría, deben ser asumidos por el sector público; básicamente, expone "el peligro de las soluciones corporativas a los problemas gubernamentales".
Y puede que, en cierto modo, esta nota tenga algo de razón. Las empresas no pueden sustituir al Estado, ni asumir grandes responsabilidades de carácter gubernamental.
Pero es innegable que el sector privado es un actor clave para que cualquier país pueda salir adelante, impulsando políticas y medidas que van más allá de su papel como agente económico de la sociedad.
Un claro ejemplo son las más de 2.000 empresas que actualmente son parte de Desafío 10X, ya que, desde el surgimiento de la iniciativa y gracias a la voz que muchas de ellas tienen, el tema salarial se ha mantenido sobre la mesa de discusión durante los últimos años, llevando el asunto de los ingresos más allá del debate del sueldo mínimo establecido por ley.
El esfuerzo que cada una de las organizaciones que son parte de 10X está haciendo por impactar positivamente en la vida de miles de trabajadores es la muestra de que las empresas sí tienen algo que decir o hacer en coyunturas como las que estamos viviendo hoy.
Así lo entendió este grupo de organizaciones y muchas otras a nivel mundial: enfrentar los altos niveles de inflación y el aumento en el costo de la vida requiere de acciones que vengan de distintos sectores, no solamente del Estado.
¿Qué están haciendo grandes referentes del mundo empresarial al respecto? ¿Qué acciones podemos replicar? ¿Qué propuestas se pueden hacer?
El fenómeno inflacionario traspasa nuestras fronteras, es un problema que está afectando a diversas economías mundiales.
En Reino Unido, por ejemplo, la inflación ya alcanzó su nivel más alto desde 1982 y en Estados Unidos llegó a su máximo registro en los últimos 40 años.
"Impulsada por los costes de los alimentos y la energía tras la pandemia del COVID-19, la inflación se ha visto agravada por la invasión rusa de Ucrania", resalta el Foro Económico Mundial, añadiendo que se avecina una crisis en el costo de la vida para muchas personas en el mundo.
Esta realidad ha sido asumida por las empresas desde hace varios meses, pero también las pone en una posición compleja a la hora de actuar.
"Algunos empleadores están dando un paso al frente para ayudar a los trabajadores, con inyecciones de efectivo u otros subsidios que puedan ayudarlos a asumir estos costos crecientes. Pero el movimiento no es generalizado, y los expertos dicen que las empresas enfrentan un difícil acto de equilibrio: Quieren ahorrar dinero en caso de que se produzca una recesión, y es posible que algunas organizaciones no estén en condiciones de actuar con agilidad, pero también necesitan retener a los trabajadores en un mercado laboral ajustado que favorece a los que buscan empleo, porque si las empresas no hacen más para ayudar a los trabajadores, los empleados podrían ir a algún lugar que lo haga", plantea esta nota de BBC Worklife.
Muchos líderes empresariales están consciente de lo que el dilema anteriormente planteado significa de cara al futuro.
Sin embargo, algunas empresas han comprendido que se está desarrollando lo que McKinsey ha denominado "el juego del talento", por lo que han empezado a tomar acciones, no solo para retener a sus mejores trabajadores, sino también para ayudarlos a palear la subida de precios en cosas tan esenciales como alimentos, transporte, vestimenta y vivienda.
BBC Worklife enlistó algunas de las políticas salariales que varias empresas de gran renombre están aplicando para que sus colaboradores puedan contrarrestar las consecuencias de la inflación:
Rolls-Royce: Pagó a 14.000 trabajadores, aquellos que ocupan los puestos más bajos de la escala salarial, un bono único de aproximadamente 2.500 dólares (más de $2.300.000) para "ayudarlos a superar el excepcional clima económico actual".
Barclays: Cerca de 35.000 trabajadores en Reino Unido recibieron un aumento salarial de 1.500 dólares (más de $1.400.000) y es una medida que la institución financiera espera aplicar a sus trabajadores en otros países, monitoreando el contexto económico local de cada uno de ellos. Esta política se dio a conocer días después de que otro reconocido banco, Lloyds, aplicara un aumento de sueldo a su personal de 1.200 dólares (más de $1.000.000).
N21 Group: Es una empresa de marketing, medios y relaciones públicas de Inglaterra que dio a todos sus empleados un aumento de sueldo incondicional de 1.800 dólares ($1.700.000) para enfrentar el significativo aumento de precios. "Sentimos que la crisis del costo de vida que todos enfrentan era lo suficientemente significativa como para que lo correcto fuera ayudar a nuestra gente con un aumento en sus salarios para tratar de aliviar parte de la carga", afirmó Neil Robbins, CEO de la empresa.
Microsoft: Duplicó en mayo su presupuesto global para aumentos salariales basados en el mérito. Un portavoz de la empresa apuntó a la cadena CBS que "esta mayor inversión en nuestra compensación mundial refleja el compromiso continuo que tenemos para brindar una experiencia altamente competitiva a nuestros empleados".
T. Rowe Price: La organización dedicada a la gestión de inversiones dio a su personal un aumento salarial del 4%, adicional al incremento que reciben anualmente en enero. Desde la empresa afirman que es "una recompensa al compromiso de sus trabajadores".
Claramente, no todas las empresas, sobre todo las de menor tamaño, pueden aplicar este tipo de medidas. Pero hay quienes optan por ayudar de cualquier manera, a través de bonos, beneficios y otras acciones que ayuden a las personas a proteger sus finanzas.
"Otras organizaciones están tomando un rumbo diferente; no están ofreciendo incentivos financieros abiertos, pero están tratando de quitar algunos gastos de los hombros de los empleados. Algunas en los Estados Unidos han comenzado a dar a los trabajadores tarjetas de regalo o bonos semanales de 50 dólares (cerca de $50.000) para ayudar a pagar el combustible u ofrecen comida gratis para el personal. Otros están permitiendo que sus colaboradores trabajen desde casa, lo que significa ahorros en los costos de traslado y otros gastos relacionados con el trabajo", puntualiza el artículo.
El contexto es complejo y desafiante, eso hace que cada una de las organizaciones que son parte de 10X, esas que nos gusta llamar empresas extraordinarias, estén a la vanguardia del paradigma laboral, cultural y social que queremos que se fortalezca en nuestro país.
Todas aceptaron la invitación y se sumaron de manera voluntaria a nuestra iniciativa, compartiendo de manera justa el valor que crean e impactando en el bienestar de miles de familias.
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